30/7/09

Cuchitril de Pensión Mesa


Si montaba en un burrico
tropezando en piedras rosas
con el aliento hecho añicos
de suplicar cualquier cosa
la lengua medio estrolada
de sequedad bien porosa
y entrecerrados los ojos
iba mentando a la madre
como un cuchillo sin filo
que se clavaba en el bozo
donde orlaba una barbita
de patota estudiantil:
vení gil, hoja de palma,
bombero que apaga el fuego
de la poesía civil.
Los cartones te los dejo
para que te fabriqués vivienda,
y también un cacho e´tinta
por si te animás a contestar
a este chapín guachón
que viene trepando solo
los riscos de la montaña
las sierpes de la llanura
tomando a veces de la dura
y otras veces de la blanda
como dijo un cuate Ocaña
había que darle rosca
a la mosca que vos sos.

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